portal experto PYME

Si se alquila un local y el contrato indica que se destinará a una actividad concreta, el propietario es responsable de que ésta se pueda realizar…

En los arrendamientos de locales que ya están adaptados para una actividad es frecuente que el contrato indique que el local se destinará a dicha actividad. Sin embargo, si finalmente ésta no se puede desempeñar, el arrendador debe responder, puesto que una de las obligaciones del arrendador es mantener al arrendatario en el disfrute pacífico de sus derechos, y esto incluye la utilización del local para los fines previstos. En consecuencia, si el arrendador incumple, el inquilino puede solicitar la rescisión del contrato y una indemnización por daños y perjuicios.

Cuando no se concede la licencia de actividad, surgen problemas que acaban en los tribunales. Y éstos han considerado que, si no resulta posible utilizar el local para la actividad a la que debe dedicarse con arreglo a las cláusulas del contrato, el arrendatario podrá resolverlo. Por tanto, la entrega del local sin las condiciones necesarias para cumplir el destino pactado (lo que incluye la licencia) comporta un incumplimiento de la obligación de entrega del arrendador.

A estos efectos, en ocasiones los tribunales han considerado suficiente para resolver el contrato:

• La mera negativa del Ayuntamiento a efectuar el cambio de nombre (aunque no haya concluido el procedimiento administrativo).
• La advertencia efectuada por el Ayuntamiento al arrendatario de que, si explota el local sin licencia a su nombre, se adoptarán las medidas oportunas –incluida la clausura del local–. De este modo, los tribunales entienden que el propietario ha arrendado un local que no podía servir al fin previsto en el contrato, lo que resulta clave para poder resolver.

Como arrendatario, le interesa especificar en el contrato que el local se arrienda para destinarlo al desarrollo de una actividad concreta. Así, si finalmente existen problemas para obtener la licencia de actividad para el local, podrá resolver el contrato e incluso reclamar una indemnización por daños y perjuicios.