Si tiene una nueva idea de negocio que necesita una fuerte inversión pero no sabe si su banco le va a dar financiación, solicite una hipoteca de máximo.
En ocasiones, para poder dar un nuevo enfoque a su negocio o para crecer, es necesario realizar importantes inversiones. Pero si su trayectoria no es lo bastante larga como para demostrar una capacidad de devolución suficiente, los bancos pueden poner reparos a financiarlas. Si dispone de un inmueble (vivienda, local…), puede solicitar al banco una “hipoteca de máximo” (también conocida como “hipoteca flotante” o “hipoteca global”).
En qué consiste
Esta fórmula permite garantizar varias operaciones al mismo tiempo con un bien inmueble. Y su característica principal es que, cuando se constituye, las operaciones que garantiza no están necesariamente determinadas. De este modo, mientras que en una hipoteca “normal” se concede un préstamo, por ejemplo, y se grava un inmueble en garantía, con una hipoteca de máximo se valora el inmueble y, en función de dicho valor, se van otorgando distintos préstamos o créditos cuya devolución queda garantizada por ese inmueble.
Esto permite garantizar operaciones que no existían al momento de constituirse la hipoteca, siempre que su solicitud e importe queden dentro de los parámetros de dicha hipoteca (importe garantizado y plazo de devolución). De esta manera pueden incluirse nuevas operaciones conforme vayan surgiendo las distintas necesidades.
Cómo funciona
En función de la cantidad a financiar, del destino de los fondos y del valor del inmueble ofrecido en garantía, el banco actuará de la siguiente forma:
Por ejemplo, usted firma una hipoteca de máximo sobre su vivienda con una responsabilidad hipotecaria máxima de 100.000 euros durante los próximos 10 años. En dicho acto ya firma y tiene autorizada con su entidad una póliza de crédito por un importe de 60.000 euros durante 10 años. Al cabo de cuatro años tiene nuevas necesidades de financiación. Pues bien:
¿Cuándo le interesará?
Las hipotecas de máximo facilitan la concesión de las operaciones y son aconsejables cuando el importe a financiar es elevado y se busca un plazo de devolución a largo plazo. Al realizar una única operación, se evita duplicar gastos bancarios de gestión y estudio, así como de notaría y registro.
En definitiva, esta fórmula le permitirá financiar distintas operaciones presentes y futuras con una sola garantía, lo que le ahorrará costes y le dará más margen de maniobra.